Francisco Emilio Juajinoy es rector de la Institución Educativa Municipal Artemio Mendoza Carvajal, de Pasto. En una entrevista, nos cuenta los desafíos del regreso a la presencialidad y la importancia de implementar nuevas estrategias pedagógicas como “La Aldea: Historias para un mundo en transición”.
Para Francisco Emilio Juajinoy, rector de la Institución Educativa Municipal Artemio Mendoza Carvajal, de Pasto, volver a la presencialidad no ha sido un proceso fácil.
Tampoco lo ha sido para los docentes de su institución, sus estudiantes y familias. La dificultad radica, según el rector, no solo en los cambios asociados a las instalaciones o los elementos de bioseguridad, sino al componente emocional de un cambio drástico. En esta entrevista, Francisco nos habla de estos desafíos y profundiza en la necesidad de tener estrategias pedagógicas innovadoras como La Aldea: Historias para un mundo en transición.
Click: ¿Qué implica para una institución educativa volver a encontrarse en las aulas? ¿Qué desafíos se enfrentan en ese proceso?
Francisco Emilio Juajinoy: “Volver a la presencialidad es algo muy difícil. La pandemia nos hizo entender que las cosas cambiaron, y por lo tanto, nosotros tenemos que cambiar. Estamos viviendo en una sociedad diferente y nos pusieron unas reglas de juego nuevas que nos obligan a aprender a valorar la vida. Pero el regreso a la presencialidad no solo se limita a tener unas condiciones de bioseguridad específicas, este cambio se debe asumir también desde una perspectiva emocional.
La educación es un proceso humano profundo y a lo largo de la pandemia y en este regreso a las aulas, ese componente humano se ha reducido; nos hemos olvidado del maestro, de sus emociones, de sus temores; de los miedos que tienen los padres de mandar a sus hijos a clase; de los temores de niños y niñas al sentirse responsables de un posible contagio, y del temor que sentimos los directivos por la carga de asumir esta responsabilidad”.
C: ¿Puede una estrategia pedagógica como La Aldea, ayudar a sortear esas dificultades?
FJ: “Con La Aldea se abordan de manera inmediata estas emociones asociadas al regreso a la presencialidad en un proceso que lleva a generar una cultura del cuidado y del respeto colectivo. Estrategias como esta, llegan de la manera más oportuna para replantear el esquema clásico de enseñanza; es una herramienta que permite a nuestros maestros hacer un análisis de esta nueva realidad, del entorno de los estudiantes, e implementar así, un método de enseñanza-aprendizaje diferente.
Nuevas estrategias como esta son necesarias pues nos permiten modificar procesos de formación y ser más flexibles con los maestros. Tenemos que apuntarle a los maestros en todas su dimensiones para que se sientan seguros, no sólo con lavarse las manos, sino seguros a la hora de enseñar con herramientas como La Aldea, a través de las cual han podido desarrollar procesos más creativos, eficientes y significativos”.
C: ¿Puede La Aldea ser un aporte a la hora de pensar otras formas de aprender?
FJ: “La educación tiene que cambiar, ¡radicalmente! De no hacerlo, estaríamos negando el proceso de transformación que estamos viviendo en el mundo. Nuestros maestros, a partir del conocimiento que tienen sobre cada una de sus áreas y procesos formativos, necesitan hacer lo mismo pero de una manera diferente, con un enfoque que permita a niños y niñas hacer una evaluación de sus vidas, experiencias y contextos diversos.
El aporte que hace La Aldea, justamente, es el de la transformación de las estrategias pedagógicas. La Aldea nos ha permitido cambiar el sentido de la educación y el sentido de la relación que tienen nuestros maestros con nuestros estudiantes a la hora de enseñar”.
C: ¿Pueden los estudiantes aprender de una manera diferente a través del universo de La Aldea?
FJ: “Por supuesto. Con La Aldea, los estudiantes se pueden sentir parte de un proceso de transformación educativo, donde cada uno tiene la posibilidad de hablar y manifestarse sin ese marco rígido de la relación maestro-estudiante del aula tradicional. Tienen la oportunidad de aprender de una manera diferente, autónoma y divertida”.